Ya desde pequeña fui una (AM)ARTE, una amante del arte. Todo mi tiempo libre se basaba en dibujar, colorear y hacer manualidades. Sin embargo, no fue hasta primero de la ESO cuando empecé a considerar verdaderamente que aquel hobby podría llegar a ser mi profesión en un futuro. Gracias a mi maestra de EPVA de aquel año pude averiguar que yo necesitaba hacer arte, que no podría dedicarme a otra cosa que no estuviera relacionado con ello. Dibujar, escribir, pintar... Daba igual, pero si algo comprendí es que debía intentarlo, debía luchar por dedicarme a aquello que me apasionaba. Me esforcé mucho en mis primeros dos años de plástica y fue de gran ayuda tener a una gran artista como profesora, a la que a día de hoy le debo mucho. También le debo mucho a mi familia y mis amigas, que siempre han confiado en que yo sería capaz de llegar a conseguir aquello que me propusiera. Y así fue, mi maestra de plástica me animó a participar a un concurso de cómic, a pesar de que nunca había hecho uno... no tuve ningún tipo de expectativas en ganar, aunque mis amigas estaban 100% seguras de que lo haría. Gané el primer premio al mejor cómic de institutos de secundaria de mi ciudad, el premio proporcionó 500 euros en material de arte a mi instituto anterior. Me emocionó mucho ya que sabía que se haría un buen uso de ese material pues ya había participado en increíbles actividades anteriormente en ese centro, de hecho, tuve la oportunidad de poner mi pequeño granito de arena ayudando a pintar dos murales.
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jueves, 15 de junio de 2023
El camino del arte
Más tarde, tuve que dejar atrás el instituto donde estudié primero y segundo de la eso y donde pude expresar mi arte, fue una pena, pero era necesario si quería seguir mi sueño ya que en aquel instituto no había bachillerato de artes, de hecho, donde yo vivo, una ciudad de 140.000 habitantes en la capital de Andalucía solo tiene un instituto con bachillerato de artes. Realmente mi primer idea fue ir a ese instituto, pero no conseguí entrar desde un primer momento y aunque fue duro separarme de mis amigas de toda la vida, agradezco que el destino, la suerte, el azar o una mera casualidad me condujeran allí durante dos años que me cambiaron la vida. Llegué en tercero de la eso a mi instituto actual, no me sentía como "la nueva" ya que allí estaban mis mejores amigas y todos mis compañeros de la infancia.
Estando allí volví a ganar otros dos años consecutivos el mismo concurso del año anterior, lo que le daría a mi actual instituto 1000 euros en material de arte. Desde entonces he ganado varios concursos más e incluso estoy haciendo mi propia marca de ropa con diseños hechos por mí (aizulart.com).
No había un itinerario específico en cuarto de la eso para aquellas personas que deseaban estudiar artes en bachillerato... Solo el de ciencias, el de humanidades y el de ciclo. Decidí meterme en el de ciencias, odio las matemáticas, precisamente esa fue una de las razones que me hizo elegir este itinerario, quería demostrarme a mí misma que si estudiaba artes era porque realmente quería, pero no porque no fuese capaz de estudiar otra cosa, a pesar de que alguna gente opine eso... He superado mis expectativas, una persona que detesta las ciencias... Las personas siempre me preguntaban ¿por que hacer cuarto de ciencias si quieres estudiar bachillerato de artes?, no tenía una respuesta exacta, solo sabía que quería asegurarme de ser capaz de hacer todo lo que me propusiera, al final, he de decir que después de todo el sufrimiento, me da pena dejar atrás las matemáticas, pero en artes no hay...
Por fin estoy a dos pasos de comenzar lo que me gusta, mañana me gradúo y en unos meses, comenzaré bachillerato de artes, cosa que tan solo dieciséis personas de mi ciudad pueden decir, es triste, pero son las plazas que conceden a aquellos que quieren estudiar artes... Me duele ver que hay personas, entre ellas un amigo mío, que se podrían quedarse sin estudiar aquello que les apasiona, sobre todo porque si no me hubiese cambiado de instituto, yo sería uno de ellos. Tan solo espero que en un futuro se tenga más en cuenta el arte, que al igual que la ciencia, es esencial en la vida humana. Sin el arte no somos nada, es la razón por la que vivimos y lo que queda de nosotros, es la manera de comunicarse desde el corazón sin usar ni una sola palabra. Espero que en un futuro las personas no piensen en aquellos que estudian artes como "los que huían de las matemáticas" o como "los que no tienen nada mejor que hacer", porque a día de hoy, me he topado con mucha gente con esa mentalidad. No obstante, ya me he demostrado a mi misma que no es cierto, así que eso es más que suficiente para mí.
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